Lo más sencillo es que consigamos una pequeña planta y a partir de ahí comencemos el proceso de plantación.
Tenemos muchas variedades de rosales, con lo que será elección nuestra que variedad de rosal queremos tener en casa.
Plantación de rosas en macetas de barro
- Lo primero es añadir en el fondo de la maceta unos trozos de madera o piedras para que no se derrame la tierra por la zona de drenaje.
- Rellenamos la maceta con sustrato y dejamos un hueco en el centro para introducir la pequeña planta que hemos adquirido.
- Presionamos la tierra alrededor de la planta y regamos para evitar que se formen bolsas de aire.
Las rosas necesitan entre 40 y 60 cm de profundidad, dependiendo de la variedad de rosal. Como la tierra en una maceta es limitada, al contrario que en un amplio jardín, deberemos tener cuidado con el abono. Por regla general, las rosas se suelen abonar una vez al mes, sin embargo, en una maceta, abonar demasiado las rosas puede suponer que se quemen por un exceso de abono.
Riego de las rosas
A la hora de regar un rosal debemos tener cuidado y no mojar las hojas, ya que podemos arriesgarnos a la aparición de hongos. Las rosas son susceptibles a las enfermedades y parásitos.
Tenemos que tener en cuenta que las rosas son plantas muy exquisitas a la hora del riego, es cuestión de experiencia y de observar la humedad de la tierra, para comprobar si nos hemos pasado con la cantidad de agua.
En la época estival, será necesario que el riego se produzca todos los días.
Poda de rosal en maceta
En cuanto a la poda del rosal, el mes de febrero es el ideal para realizar esta tarea.
No debemos olvidar que las rosas son plantas que necesitan mucha luz, por lo que la exposición al sol permitirá un florecimiento abundante.
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