Con la llegada del otoño y del invierno, es normal que pasemos más tiempo en casa y disfrutemos menos de las plantas y maravillas de la naturaleza. Rodearse de plantas ha quedado demostrado que es bueno para la salud de las personas, y a parte de eso nos ayuda en el bienestar emocional, siendo buenas transformadoras de días grises.
Las plantas de interior pueden ayudarnos a superar ese déficit invernal, aunque no todas ellas son adecuadas para tener en casa, bien por sus necesidades ambientales o porque sus efectos no sean los deseados en nuestro hogar.
Aunque algunas plantas de interior ya las conocéis o hemos hablado de ellas en otras ocasiones, incorporamos algunas a nuestra lista de clásicos básicos en plantas de interior y como no ampliamos nuestro listado top 5 plantas de interior.
Areca (Chrysalidocarpus Lutescens)
Es una de las plantas más comunes en los hogares, dando un aspecto verde y tropical además de mejorar notablemente la calidad del aire, elimina gases tóxicos y a la vez genera gran cantidad de oxígeno. Sus cuidados son:
- Buena iluminación, pero evitando el sol directo.
- Ambiente húmedo: Riegos cortos y frecuentes sin encharcar. Pulverizar.
- Espacio, ya que puede llegar a medir dos metros.
- Temperaturas siempre por encima de 15º C.
- Abonado de forma regular.
Dracena (Drácena marginata)
Es una planta que se adapta muy bien al crecimiento en interior. A parte de tener un color y hojas muy hermosas, según la variedad puede tener distintos colores. Es una de las plantas usadas por la Nasa para purificar el aire, ya que elimina de forma muy eficaz el tricloretileno. Las condiciones de su cultivo son:
- No acepta el sol directo.
- Mantener entre 20ºC y 25ºC.
- Regar 1 vez a la semana en invierno, dos en verano.
- Necesita humedad, pulverizar diariamente.
- Abonado de forma regular.
- Eliminar hojas marrones.
Tila de salón (Sparmannia africana)
La tila de salón es buena para mejorar el clima interior. Sus hojas verdes son ideales para los amplios espacios de casa. Los cuidados que recomendamos son:
- Zona luminosa y ventilada evitando el sol directo.
- Temperatura alrededor de los 12º C, y constante.
- Humedad elevada, se recomienda pulverizar.
- Riegos abundantes en verano y en invierno mantener el sustrato húmedo.
- Abonado de forma regular.
- Poda después de la floración.
