Para acompañar musicalmente este artículo se recomienda hacer uso de la playlist creada a tal efecto por Carleso, disponible en este enlace.
No suele ser la jardinería o la horticultura una actividad asociada a las estrellas del pop. Normalmente sus hobbies suelen discurrir por veredas más artísticas como la pintura, la escultura o la literatura… O las drogas… No obstante, esto no impide que muchos de ellos hablen de flores y plantas en muchas de sus canciones, algunas de ellas mundialmente conocidas. Vamos a repasar algunas de ellas.
Canciones de rosas
Podemos empezar este recorrido con algo muy edulcorado y florido, como requiere la ocasión. “Rose garden” fue compuesta en 1967 por Joe South y publicada el mismo año en la voz de Billy Joe Royal, aunque no sería hasta tres años después cuando Lynn Anderson la convertiría en un hit mundial, llegando al número uno en varios países. La canción habla de un amor honesto –”nunca te prometí un jardín de rosas”– y hace uso del socorrido carpe diem –”compartamos los buenos momentos mientras podamos”–. En España la canción tomó un nuevo impulso cuando en 1986 Diego Vasallo la adaptó al castellano convirtiéndose en “Jardín de rosas”, una de las canciones más populares de los donostiarras Duncan Dhu. También el cantante de country George Jones regó de rosas el desolador lamento del hombre que ve alejarse a su esposa, que ve desmoronarse su matrimonio en “A good year for the roses”. De autoría nacional es “Rosas en el mar”, un alegato a favor de la libertad con una envoltura de canción de amor. Luis Eduardo Aute la escribió en 1967 para que Massiel la cantara, y posteriormente él la incorporaría a su repertorio. Y para cerrar las canciones dedicadas a las rosas, ese himno del pop español que escribiera Jaime Urrutia en 1984, entremezclando bourbon y pétalos: “Cuatro Rosas”. Sería su primer gran éxito comercial.
Canciones de semillas
Con Radio Futura se da la curiosidad de que han completado el ciclo del cultivo, ya que en 1984 sembraron la “Semilla negra”, canción que formaba parte del disco que les dio su espaldarazo definitivo, “La ley del mar/La ley del desierto”. Tres años después, la semilla negra germinó en “La negra flor”, ese homenaje musicado a la ciudad de Barcelona que los madrileños incluyeron en “La canción de Juan Perro”, su cuarto disco de estudio. No sabemos si esa flor nacida de la semilla negra será la misma que entregaba Nino Bravo en 1972 junto al beso antes de partir hacia su largo viaje.
Coetánea del anterior, y marcada por el mismo trágico final, fue Evangelina Sobredo, más conocida como Cecilia. En 1974 publicó una de las declaraciones de amor más bonitas que se han escrito en el pop español, en cuyo título aparece una flor preciosa, la flor de febrero. “Un ramito de violetas” es un alegato a favor de la preservación del amor verdadero. Las flores de las que hablaban los Stones en “Dead flowers”, sin embargo, no sirven para acompañar ninguna declaración de amor, más bien al contrario: Mick Jagger le canta a Susie y le dice que le puede enviar flores muertas cuando quiera, que él se encargará de poner rosas en su tumba. Nada que ver con la delicadeza de Cecilia.
Canciones de árboles
Si nos pasamos al mundo de los frutales, y pasando por alto “Mi limón, limonero”, de Henry Stephen (por su dudosa calidad para el autor de este artículo), podemos fijarnos en otro limonero mucho más bonito, el “Lemon Tree”, que publicaron los locos del jardín, Fools Garden en 1995. Los alemanes alcanzarían con esta delicia pop el éxito internacional un año más tarde. Su vocalista confesó que escribió la canción un domingo por la tarde, mientras esperaba a su novia, así que a ella ya su tardanza hay que darle las gracias.
En fin, seguro que el lector, o la lectora, a medida que ha ido leyendo, ha podido ir creando su propia lista de canciones sobre flores y plantas basada en sus gustos. Por suerte, hay mucho donde elegir, como en la naturaleza.