El estado de alarma en los municipios de Madrid ha dejado algunos sectores al borde del abismo, pero poco o nada se habla de las consecuencias catastróficas que están sufriendo los espacios naturales más cercanos a las ciudades.
Desde que en la desescalada se limitase el movimiento entre municipios, el Monte de El Pardo viene siendo un habitual entre los residentes de Madrid.
Ningún organismo ha tratado de poner remedio a este devastador problema, en el que únicamente sus vecinos, elpardo.net que es su medio de comunicación local y su asociación vecinal lo han denunciado públicamente para tratar de frenar las graves consecuencias de un espacio natural en peligro.
Los guardas forestales pertenecientes a Patrimonio Nacional tratan sin éxito frenar el destrozo: una y otra vez delimitan la entrada de vehículos al monte mediante cintas. Ponen cintas de seguridad, pero a las pocas horas ya ha venido un listo y las ha quitado para plantar su Kia Sportage donde le ha dado la gana. Ay amigo! si los guardas pudieran multar… otro gallo nos iba a cantar.
El monte de El Pardo tiene una superficie de 15.763,9 hectáreas, de las cuales 842,9 hectáreas pertenecen a la zona de uso público que se abrieron con la llegada de la democracia. Podemos extendernos mucho acerca de este maravilloso enclave natural: hablamos de su fauna, de la flora y del conjunto que forman este ecosistema tan cerca de Madrid. No lo vamos a hacer, hay que centrarse en el problema.
Desde que el pasado 9 de Octubre de 2020 se decretara el estado de alarma y que afectase únicamente a algunos municipios de la Comunidad de Madrid, los vecinos de Madrid (3.250.000 habitantes aproximadamente) se han visto obligados a limitar sus movimientos por el municipio.
No puede ser que las personas campen a sus anchas por el monte, sin control ni de aforos ni de aparcamientos. Esto sólo favorece la degradación del entorno, el desplazamiento de las especies de su hábitat, la erosión del suelo, la dificultad para la regeneración en la zona, etc.
No es posible que las bicicletas de montaña circulen con total libertad por el monte, ampliando por desgaste las sendas y caminos, abriendo senderos donde no los hay. Hay que delimitar con urgencia las zonas de circulación.
La maravillosa senda restaurada en la ribera del Manzanares, se ha convertido en el corredor de bicicletas, peatones, caballos, coches y motos. ¿No es posible señalizar de una forma más llamativa la prohibición de circulación de ciertos vehículos?
En los últimos meses se han realizado encuentros familiares, celebraciones, asentamientos de sillas y mesas e incluso piñatas colgadas de los árboles. ¿Hasta dónde vamos a llegar?
Se llena de basura y los problemas entre las distintas competencias de la administración hace que se cumpla el dicho “El uno por el otro la casa sin barrer” ¿Quién vacía las papeleras? ¿Con qué frecuencia? Nadie se hace cargo: Ayuntamiento de Madrid, Comunidad de Madrid, Junta Municipal de Fuencarral-El Pardo, Patrimonio Nacional y Confederación Hidrográfica del Tajo no parece que se coordinen para atajar el problema, mientras los ciudadanos esparcen basura y dejan de una manera insalubre el monte.
El Monte de El Pardo necesita un plan de protección más allá de la gestión del monte que desarrolla Patrimonio Nacional. Necesita limitar el acceso a vehículos y habilitar zonas de aparcamiento y regular de alguna manera la entrada. Señalizar debidamente los accesos, los vehículos permitidos, los caminos a utilizar, las actividades permitidas, etc.
Otros espacios naturales contienen herramientas para proteger el tesoro más valioso. ¡El Monte de El Pardo necesita un PLAN! Solo los vecinos de este enclave ponen el grito en el cielo cuando ven la paralización de las autoridades antes este caos de destrucción del entorno.
Desde El Jardín de Atrás nos unimos a la lucha incansable de los vecinos y de las personas que aman este lugar para proteger el Monte de El Pardo, el pulmón verde más preciado de la ciudad de Madrid.
*Fotos tomadas de diversos medios: Propias, de elpardo.net y del grupo de Facebook «No eres de El Pardo si no…» donde varios vecinos denuncian y exponen estas imágenes.